CÓRDOBA, 21 septiembre 2020
Julio Burell y Daniel Aguilera han sido los periodistas del pasado siglo con los que la Real Academia ha iniciado el ciclo de conferencias “Periodistas cordobeses de ayer y de hoy” y con los que ha retomado su actividad presencial, con la coordinación de la periodista y académica Rosa Luque.
El ciclo se desarrollará en cinco jornadas y en esta inaugural han intervenido Antonio Cruz Casado, académico numerario, y Jesús Cabrera Jiménez, académico correspondiente y periodista.
Cruz Casado abrió el ciclo conferencias, moderado por el director de la Real Academia, José Cosano Moyano, disertando sobre la figura del periodista cordobés Julio Burell y Cuéllar.
Natural de Iznájar, Burell (Iznájar, 1859 – Madrid, 1919) fue uno de los periodistas más prestigiosos de los últimos años del siglo XIX. Alternó la labor periodística con la política después de afincarse en Madrid definitivamente. El académico Cruz Casado destacó de él que “es un ente de ficción porque Valle Inclán, que era bastante amigo suyo, lo hace aparecer como personaje en la obra Luces de Bohemia”. Como ministro de Educación fue un adelantado a su tiempo ya que logró que Emilia Pardo Bazán, catedrática de Literatura Neolatinas, consiguiera ser la primera mujer que dio clase en una Universidad.
Amigo también de Pío Baroja y Azorín, Cruz Casado resaltó de Burell su oratoria “fogosa, fuerte, no meditada, con una capacidad elocutiva extraordinaria” y como periodista significó sus grandes exclusivas en el ámbito político.
Por su parte, Jesús Cabrera Jiménez disertó sobre la figura del también periodista Daniel Aguilera Camacho (Baena, 1877-Córdoba, 1955), del que puso de relieve “la amplitud de su trabajo a pesar del estereotipo católico siempre generado a su alrededor”. Aguilera fue director y propietario del periódico El defensor de Córdoba durante 36 años. En la conferencia, Cabrera, además de completar lagunas sobre su biografía, enfatizó sobre su faceta periodística “los capítulos del discurso de Alfonso XIII en el Círculo de la Amistad” o aquella vez que consiguió el indulto de un preso en la cárcel de Córdoba después de conocer que la reina Victoria Eugenia se había puesto de parto. Al día siguiente España entera iba a estar de fiesta menos Córdoba, que se vestiría de luto. “Aguilera escribió rápidamente al Consejo de Ministros y este le concede al preso el indulto”. También luchó por salvar las dos manzanas de edificios del lado sur de la Mezquita-Catedral, que iban a ser derribadas para construir un jardín para hacer visible el monumento en 1929. Cabrera relata cómo “desde su periódico se enfrentó al alcalde y al resto de compañeros y consiguió que no se construyera El jardín de la Mezquita, como así se iba a llamar”.
Para concluir, Cabrera subrayó de Daniel Aguilera su “periodismo comprometido con todo: con la religión, con la monarquía, con los más débiles, e incluso con la arquitectura cordobesa”.