22 de Mayo de 2022
Reunida en Santander, con motivo de su centenario, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) ha manifestado en un comunicado su firme compromiso con la defensa del libre ejercicio del periodismo como pilar fundamental de la democracia.
El compromiso de la FAPE cobra especial relieve en un momento en el que la libertad de prensa está siendo atacada con el objetivo de debilitarla y, de paso, debilitar a la democracia.
Ante esta situación, la FAPE presentó la siguiente Declaración de Santander en su LXXXI Asamblea General:
• Reclamamos que cesen los ataques a la prensa y a los periodistas, desarrollados en algunos casos mediante campañas de acoso en las redes para acallar las voces críticas.
• Deploramos que determinados partidos hayan hecho dejación de su obligación de proteger el derecho constitucional a la información veraz y hayan optado por imponer vetos al libre ejercicio del periodismo.
• Rechazamos rotundamente las ruedas de prensa sin preguntas; la pervivencia de la “ley mordaza”; los vetos al acceso a la información; los señalamientos; los insultos y agresiones a periodistas; el requerimiento de fiscales y jueces para que el periodista revele sus fuentes y las querellas abusivas de partidos y empresas para frenar las investigaciones periodísticas.
• Alertamos de que la precariedad laboral y salarial en las redacciones es una puerta abierta a las presiones y a la pérdida de la independencia, uno de los principales valores del periodismo.
• Demandamos a los editores a que adopten todas las medidas que sean necesarias para mejorar las condiciones laborales y salariales de los periodistas, indignas en muchos casos.
• Consideramos que se hace imprescindible que los periodistas apliquemos en nuestro trabajo diario los valores reflejados en nuestro código deontológico.
• Proclamamos que avalan el buen periodismo la lealtad a los ciudadanos, la búsqueda desinteresada de la verdad para arrojar luz sobre los hechos que se quieren ocultar, la separación de opinión e información, el control independiente de los poderes para exigirles cuentas y el respeto de los derechos de los demás.
• Sostenemos que no tienen cabida en el futuro de la prensa la desinformación, el trincherismo partidista, la difusión de mentiras y discursos de odio, el insulto y el vilipendio, la deshonestidad en el tratamiento de la información y el abandono del periodismo como servicio público esencial para colocarlo al servicio de intereses particulares.
Por lo tanto, según acaba la Declaración, la FAPE insta a los Gobiernos, a los partidos y a la sociedad en general a que se unan a la FAPE en la firme defensa de la libertad de prensa como medio imprescindible para fortalecer la democracia.