Alfredo Asensi y Francisco Expósito trazaron su vida profesional dentro del ciclo de la Real Academia “Periodistas cordobeses de ayer y de hoy”
La segunda de las jornadas que la Real Academia de Córdoba dedica a los “Periodistas cordobeses de ayer y de hoy” se marchó en esta ocasión hasta Baena y Villa del Río para sacar a relucir dos figuras naturales de estas localidades, Fernando Vázquez Ocaña y Matías Prats Cañete, respectivamente. En una mesa moderada por la académica correspondiente y periodista Rosa Luque, el radiofonista Alfredo Asensi habló de la impresionante voz de la radiodifusión homenajeando a las personas que impulsaron a Matías Prats desde su infancia. Entre ellas su tía, que se dio cuenta enseguida de las aptitudes de su sobrino, su maestro o un amigo. Este último lo introdujo en una radio de Málaga después de escucharlo recitar un poema suyo. Prats, que desde pequeño fue considerado un niño prodigio, se puso por primera vez delante de un micrófono de radio con 8 años. Lo hizo en Radio Córdoba, la misma emisora que recogió su voz al final de su carrera profesional y casi de su vida, cuando con 84 años puso voz a una radionovela sobre el mítico torero Manolete, asunto que Asensi ha tratado en su disertación, dejando a los presentes escuchar parte de aquella serie radiofónica.
Por su parte, el doctor en Periodismo Francisco Expósito fue el encargado de tratar la figura del baenense Fernando Vázquez Ocaña, uno de los grandes articulistas andaluces del primer tercio del siglo XX que propuso una renovación de este género periodístico en la prensa provincial a través de sus textos en la última etapa en Diario Liberal, demandando un mayor protagonismo del periodismo de ideas sobre el periodismo de personas, huyendo del sensacionalismo y el periodismo de sucesos. En la disertación, Expósito añadió que, con la Segunda República, el periodismo de Vázquez Ocaña se politizó al vincularse con el Partido Socialista y ser elegido diputado en 1933. Ya en 1928 auspició uno de los primeros movimientos en defensa de la profesión periodística en Córdoba al promover el 5 de febrero de ese año el conocido como “Banquete de los periodistas”, en el que se abordaron los problemas profesionales y económicos con los que se encontraban los periodistas, sobre todo ante los escasos emolumentos que recibían.